Mantener y limpiar adecuadamente los suelos de mármol puede ser una tarea sencilla si conocemos los beneficios y posibles inconvenientes de cada paso.
Cuando contamos con un suelo de mármol en nuestro espacio, surgen algunos retos: cómo mantenerlo reluciente, cuál es el cuidado adecuado para el mármol, y cómo aplicar soluciones que realmente sean efectivas.
Técnicas para la limpieza y cuidado de suelos de mármol y otros elementos
El mármol combina robustez con delicadeza, por lo que requiere un tratamiento cuidadoso. Un manejo inadecuado puede hacerlo más susceptible a daños y a perder su elegancia natural. Por ello, es esencial conocer las técnicas de limpieza correctas para preservar su atractivo.
Aquí te mostramos cómo limpiar y mantener los suelos de mármol para evitar la necesidad de pulidos frecuentes, procurando que se mantenga en óptimo estado el mayor tiempo posible:
Limpieza de mármol con mopa
No se recomienda usar mopas de algodón empapadas para limpiar derrames o manchas en el mármol, ya que el exceso de agua o producto queda sobre la superficie, secándose y dejando residuos que se acumulan. Esta acumulación va opacando el brillo y altera el aspecto natural del mármol. Usa mopas de microfibra ligeramente humedecidas para limpiar suelos de mármol, ya que son más adecuadas que las de algodón. Además, elige productos a base de agua y de aplicación moderada para la mopa, ya que son menos agresivos con la superficie del mármol. Dado que esta piedra es porosa, líquidos como el vino, el café o el zumo pueden dañarla y causar manchas permanentes, por lo que es esencial limpiar cualquier derrame de inmediato. La microfibra ligeramente húmeda ayuda a secar el mármol mientras se limpia, evitando que queden restos de humedad en la superficie.
Limpieza en seco
Evitar los trapos o esponjas con productos aceitosos, que pueden penetrar y manchar la piedra. Deberíamos limpiar derrames de inmediato con una mopa o bayeta de microfibra seca o apenas húmeda, evitando dejar residuos líquidos.
Productos de limpieza adecuados
Evitar limpiadores comunes de tiendas que contienen ácidos o álcalis, ya que pueden dañar la estructura del mármol. La lejía y el amoníaco son especialmente perjudiciales. Usar productos neutros (pH 7) diseñados para mármol. Estos no dañan la superficie y mantienen el mármol en buenas condiciones.
Productos caseros
Evitar remedios caseros ácidos o alcalinos como vinagre, limón o amoníaco, que pueden erosionar la superficie del mármol. Usar productos especializados para mármol, ya que los caseros no garantizan una limpieza segura y duradera.
Uso de agua en la limpieza
No deberíamos usar agua como único limpiador, ya que en zonas con alta dureza el mármol se opacará. Emplear limpiadores neutros en spray para una aplicación controlada y una fregona de microfibra bien escurrida, evitando el exceso de agua en la superficie.
Sellado del mármol
Evitar selladores tópicos como uretano o acrílico, que pueden cambiar el color y atraer suciedad. Aplicar un sellador a base de agua cada cierto tiempo, que crea una capa protectora sin alterar el aspecto.
Protección contra muebles pesados
No deberíamos colocar muebles pesados sin protección, ya que su peso y movimiento pueden dañar el mármol. Importante colocar conteras o fieltros bajo muebles pesados para proteger el suelo.
Materiales abrasivos
Evitar materiales abrasivos y productos ácidos o alcalinos que puedan rayar o dañar el mármol. Usar limpiadores neutros y proteger las entradas con felpudos, ya que gran parte de la suciedad proviene del exterior.
Pulido y abrillantado
No se recomienda pulir excesivamente, ya que abre los poros y reduce la resistencia del mármol. Deberíamos pulir y abrillantar de manera moderada para proteger la superficie y mejorar su apariencia.
Conclusión: La clave para mantener un mármol en perfecto estado es la limpieza inmediata y el uso de productos adecuados. A pesar de su resistencia, el mármol es permeable, y un cuidado preventivo prolongará su vida y apariencia.