Hoy veremos como limpiar una puerta de metal, de forma sencilla, no obstante si es una puerta de portal te recomendamos nuestros servicios de limpieza, porque así no solo tendrás limpia la puerta, si no también, el resto del portal
- Las puertas metálicas se deben limpiar con un paño, agua y un producto jabonoso adecuado para ello. No debemos utilizar ningún rascador o estropajo de metal que pueda arañar y dañar de forma permanente la superficie, al igual que no es recomendable ningún producto corrosivo.
- En primer lugar, debemos retirar el polvo y la suciedad de la puerta con la ayuda de un paño o bayeta humedad, jabón y algún otro producto más específico de ser necesario.
- Una vez hemos limpiado la zona y retirado la suciedad, se procede al enjuagado en profundidad de la puerta (pues si dejamos restos de jabón el resultado puede ser que al secarse se vean manchas o pierda su brillo natural).
- Secar la zona. Pese a que comúnmente se deja “secar al sol”, el metal no resiste bien la humedad generalmente, por lo que corremos el riesgo de que se oxide y pierda sus cualidades y resistencia.