¡Cuidado! No cometas ninguno de estos errores cuando limpies el baño
Usar el mismo producto para todo el baño, mezclar bayetas… Hay cosas en las rutinas de limpieza que no hacemos bien del todo y restan efectividad, en LIMASUR te contamos los errores más comunes, para que así puedas evitar hacerlos.
1. Usar el mismo producto para todo el baño
Porque cada producto tiene un cometido. No se trata de llenar el armario de la limpieza de productos que no vayas a usar, sino de adquirir los adecuados y utilizarlos. El motivo es que cada producto tiene componentes especializados para acabar con los gérmenes y las bacterias. Así, el inodoro y la ducha necesitan uno diferente al limpiador de los espejos o de la mampara y azulejos. Incluso necesitarás productos diferentes para limpiar el fondo del inodoro o el tanque.
2. Usar solo una bayeta para todo el baño
Precisamente por los gérmenes y bacterias, el inodoro debería limpiarse con una bayeta y usar otra para el resto de sanitarios. Si solo quieres usar una, empieza a limpiar la bañera, el lavabo y la ducha y deja el inodoro para el final de la limpieza del baño. De esta manera reducirás el riesgo de una transmisión de bacterias. Luego lava en la lavadora la bayeta antes del siguiente uso. Sin embargo, los expertos recomiendan tener al menos dos bayetas, una para limpiar y otra para secar, y lavar a menudo la primera con agua y detergente tras cada uso.
3. Limpiar solo por dentro de los sanitarios
Limpiar con lejía el inodoro (u otros productos) es muy importante, pero por fuera también quedan gérmenes, sobre todo en zonas estrechas, como la parte posterior del inodoro, detrás de la tapa. No asocies la limpieza del inodoro solamente a su interior: aunque no lo parezca, ese es el lugar donde menos se encuentran bacterias debido a que suele correr el agua después de cada uso. Aun así conviene usar vinagre para eliminar los malos olores. Sin embargo, las superficies de fuera las acumulan, y estas entran en contacto con nuestra piel. Solución: pasa también por allí un paño con limpiador y seca a continuación. Si no lo haces bien, puedes provocar la aparición de hongos en el baño.
4. No lavar la cortina del baño
Si tienes una bañera con cortina, es frecuente olvidarse de ella. La echas a un lado para limpiar y luego la vuelves a colocar, pero ¿y su limpieza? Conviene lavarla cada cierto tiempo, si es posible, en la lavadora y si el material no lo permite pues en la misma bañera –con agua tibia con sal– o, al menos, frotar las zonas que siempre quedan en contacto con el agua para evitar que se forme moho.
Tampoco puedes olvidarte de limpiar la mampara y secarla. Si dejas que se seque sola, quedarán ráfagas y las juntas acumularán moho. Ten a mano una rasqueta limpiacristales y quita la humedad.
5. Hacer como que no ves en el interior de los cajones
En el baño se acumula suciedad porque se genera humedad. Esa humedad hace que la suciedad se “pegue”. Y más si usas productos fijadores para el pelo con frecuencia. Debes revisar el interior de cajones y armario y limpiarlos con regularidad, también porque suele reinar el desorden. Saca lo que hay dentro y límpialos con frecuencia: dará gusto abrirlos.
6. Olvidarse de los complementos y accesorios del baño
Por ejemplo; el interior de vaso del cepillo de dientes o de las brochas de maquillaje acumula suciedad en el fondo. Acostúmbrate a limpiarlo cada vez que hagas el baño. También otros accesorios que tengas a la vista en el lavabo, la cesta en la que organices champú y mascarilla en la bañera de la ducha. Eliminarás ruido visual en el baño.
7. Olvidarse de la escobilla y del portaescobillas
Es un error común en la tarea de limpieza del baño olvidarse de este elemento. Escobilla y portaescobilla deben limpiarse cada vez que limpies el baño. Para desinfectarla, rocíala con lejía y aclara bien con agua. Puedes usar vinagre para limpiar el inodoro y la escobilla.
8. No secar después de limpiar
¿Secas después de limpiar? Sobre todo, seca las griferías y mamparas. Si dejas que se sequen solas, el trabajo que has hecho podría perderse porque quedarán marcas de agua. Solo tienes que pasar una bayeta seca o papel absorbente después de limpiarlos.
9. No ventila el baño mientras limpias
Si tu baño tiene ventana, es importante ventilar bien mientras limpias, así eliminas los vapores que hayan podido desprender los productos químicos. Después de limpiar, mantén abierto para que se seque todo (con este gesto reduces la aparición de moho). Friega el suelo lo último y mantén la puerta abierta hasta que se haya secado. Además, te ayudará a que el baño huela bien.
10. Cambio de toallas, ¿y de alfombrilla?
El cambio de toallas es obligatorio cuando limpias el baño, es una tarea más; pero ¿cometes el error de dejar la alfombrilla sin fecha de cambio? Esta tiende a acumular mucha humedad y suciedad por el uso continuado. Así conseguirás también quitar el mal olor del baño. Métela en la lavadora y cámbiala por una limpia siempre que hagas limpieza en el baño.