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Mantenimiento escaso
No vas a tener que invertir tu tiempo libre en el mantenimiento del césped. El césped artificial casi no necesita ningún cuidado: no se tiene que abonar, ni regar ni segar. ¡Dedica tu tiempo libre a disfrutar de tu césped sintético y no a cuidarlo!
Ahorro de agua y compromiso con el medio ambiente
El césped artificial necesita una cantidad de agua mucho más inferior que la cantidad que requiere el césped natural. Esto se verá claramente reflejado en tus facturas, y, a la vez, el medio ambiente te lo agradecerá. ¡Sostenibilidad y ahorro a tu alcance!
Es idóneo para instalarse alrededor de piscinas
Alrededor de una piscina, es antideslizante y además, es muy resistente a productos químicos: no le afecta el cloro. Es decir, nuestro césped no se decolora ni sus fibras se deterioran aunque esté pegado a la piscina.
Limpio e higiénico
No produce ningún problema de salud, ni irritaciones, ni reacciones alérgicas de ningún tipo. A diferencia del césped natural, el césped artificial no acumula bacterias, ácaros, insectos o gusanos, ya que al ser artificial no les atrae tanto la superficie.
Es resistente al clima
No tienes por qué preocuparte: tanto si llueve como si hay temperaturas muy elevadas, tu césped artificial permanecerá en perfecto estado gracias a la calidad de sus fibras.
Seguridad absoluta con su sistema ignífugo y de drenaje
Tu césped artificial garantizará tu seguridad y la de todos los que te rodean. Gracias a su sistema ignífugo, no habrá peligro de que el césped pueda incendiarse, y gracias a su sistema de drenaje, las lluvias no conseguirán inundarlo.
En conclusión, todo lo que rodea el césped artificial son aspectos positivos y ventajas que te harán la vida más fácil y te permitirán disfrutar de tu tiempo libre en un entorno idílico y natural.